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Atendados en Cataluña: largas condenas de reclusión para los yihadistas

Martes 28 de julio de 2020, por Bladi.es

La fiscalía española dictó condenas de 8 a 41 años de reclusión para los tres yihadistas por su implicación en los atentados perpetrados los 17 y 18 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils. Su juicio se inicia en los próximos días.

Fue a través de un documento conseguido por la AFP que los medios de comunicación se enteraron de las condenas dictadas contra los tres terroristas. Este doble atentado, se saldó en su tiempo con 16 muertos y 140 heridos. La fiscalía española dictó una condena de 8 años contra Said Ben Lazza por colaboración con una organización terrorista. Este le prestó una furgoneta a la célula criminal. Una condena de 36 años se dictó contra Driss Oukabir por haber alquilado a su nombre el coche utilizado para el atentado en las Ramblas de Barcelona.

La fiscalía dictó la condena más larga de 41 años contra Mohamed Houli Chemlal por pertenecer a una organización terrorista y posesión de explosivos. Es un rescatado de la explosión de la casa donde la célula fabricaba explosivos.

Un yihadista de 22 años tomó como encuadre las ramblas de Barcelona. Un ataque con alunizaje se perpetró y se saldó con 14 muertos. El asaltante se esfuma en un coche tras matar al conductor. En el mismo tiempo, cinco de sus cómplices atacaron con arma blanca a transeúntes en la estación balnearia catalana de Cambrils. Una mujer fue asestada a muerte. Otra persona sucumbió tras ser herida gravemente.

La policía logró acabar con uno de los seis yihadistas de origen marroquí. Estos habrían sido adoctrinados por Abdelbaki Es Satty, un marroquí de 44 años, eximán en la pequeña ciudad de Ripoll en Cataluña. Estos jóvenes tenían la misión de perpetrar “varios atentados de gran envergadura” con explosivos en la basílica de la Sagrada Familia, los estadios del FC Barcelona y Real Madrid o la Torre Eiffel en París.

Solo que la explosión accidental de su guarida les instó a improvisar este doble ataque. La explosión provocó la muerte del imán Es Satty.