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Ceuta-Melilla: Denunciado el uso del reconocimiento facial

Miércoles 1ro de junio de 2022, por Bladi.es

El reconocimiento facial durante los controles en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, previsto por las autoridades españolas, es objeto de muchas críticas por parte de las organizaciones de defensa de los derechos humanos, que denuncian una violación de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Para cruzar actualmente las fronteras de Ceuta y Melilla, los viajeros sólo deben presentar la documentación necesaria para demostrar su identidad. Pero, España prevé reforzar los controles con la instalación de una frontera inteligente, dotada con cámaras de reconocimiento facial. “El uso de cámaras de reconocimiento facial permitirá detectar los rostros de los viajantes, recabar sus huellas dactilares, registrar las fechas y lugares de entradas y salidas y también los casos de denegación”, indica El Periódico.

Con un presupuesto de 4,1 millones de euros, el proyecto se lanzó a finales de 2019 por el ministerio español del Interior y debía finalizarse en un plazo de 24 meses, que no se ha cumplido finalmente, subraya el diario.

Frente al refuerzo de las medidas de entrada en los enclaves, más de 80 asociaciones españolas han publicado un comunicado para advertir del peligro que puede suponer el uso de la inteligencia artificial en los pasos fronterizos. Las organizaciones firmantes denuncian en el comunicado la violación de los derechos fundamentales y de la privacidad de los viajantes que pasan por estas dos fronteras.

Según ellas, esta disposición expone a los viajeros a muchos peligros, en particular “los traslados de personas solicitantes de asilo de un estado miembro de la UE a otro en contra de su voluntad, en aumento en los últimos años, han sido, en parte, propiciadas por la recopilación de datos biométricos, como sus huellas dactilares”.

“Los datos biométricos son intrínsecos a las personas” y su colecta supone la violación de la privacidad de los viajantes, indica la misma fuente. Además, “la colecta de datos biométricos de personas que no disponen de su pasaporte europeo no cumple con el principio de proporcionalidad”.