Ceuta y Melilla asfixiadas por Marruecos

Desde 2018, Marruecos cerró unilateralmente sus fronteras con ambas ciudades, sin ni siquiera informar a las autoridades españolas, que por su lado, se han quedado silenciosas más de un mes.

La lista de las medidas que Rabat adoptó estos últimos años para asfixiar las dos ciudades autónomas es larga. Pero es de observar que Ceuta cerca de Tánger, localidad marroquí muy desarrollada, no pudo sacar provecho de esta proximidad. La realidad es que ni las autoridades marroquíes, ni el gobierno español no han trabajado para aportar una solución en ese sentido. Ceuta habría podido tener un aeropuerto para un uso compartido en el territorio marroquí, como Rabat habría ganado abriendo una oficina de aduana comercial para exportar legalmente desde la ciudad. ¡Pero nada de todo esto ha pasado!

La oficina de aduana comercial de Melilla, abierta desde 1866, fue cerrada por Marruecos el 1 de agosto de 2018, sin contar con la opinión del gobierno Español que no ha protestado. Desde el verano pasado, las aduanas marroquíes ya no aceptan ni siquiera que las empresas de Melilla exportan a Marruecos pasando por Málaga o Almería. Mejor aún, las mercancías europeas no están exentas, siendo los productos caros y no competitivos.

En Ceuta, Rabat cerró la frontera contra el contrabando el 7 de octubre de 2019, sin consultar con el gobierno español. Esta decisión unilateral tiene un impacto tremendo en la ciudad, habiendo alcanzado el volumen de las exportaciones irregulares 750 millones de euros.

En total, la solución a los problemas de Ceuta y Melilla es que Marruecos revise su política exterior en cuanto a estas dos ciudades. Los dirigentes, los empresarios y la sociedad civil de Ceuta y Melilla han de exigir del gobierno central que deje de temer a Marruecos y luche para la apertura de las fronteras terrestres y la libre circulación de personas y bienes.