El chantaje gasístico de Argelia contra Europa preocupa a varios actores políticos europeos

En una reacción de desaprobación de este acto hostil, el eurodiputado alemán Lars Patrick Berg consideró "muy preocupante que Argelia haya ordenado el cierre del gasoducto Magreb-Europa hacia España, que coincide con la llegada del invierno y los altos precios de la energía", calificando a Argelia de socio "poco fiable" que está haciendo este chantaje inaceptable.

"Por desgracia, Argelia está demostrando ser un socio poco fiable", lamentó en un tweet.

Por su parte, el diputado serbio Muamer Bačevac se mostró "profundamente preocupado por el fuerte aumento de los precios de la energía", señalando que "el desafortunado cierre del gasoducto Magreb-Europa pondrá en peligro la seguridad y regularidad del suministro de gas a Europa".

También expresó la esperanza de que "este malentendido se resuelva mediante un acuerdo fraternal".

Para el alcalde de Liveri, municipio italiano hermanado con Dajla, Raffaele Coppola, "en un momento de crisis del mercado del gas natural, la decisión de Argelia de anular el acuerdo del gasoducto Magreb-Europa es contraria a los intereses de la comunidad y de nuestros principales aliados en África, como Marruecos".

Argelia anunció a finales de octubre su decisión de no renovar el acuerdo del gasoducto Magreb-Europa (GME). Este acto unilateral es considerado por muchos observadores y políticos europeos como un chantaje de Argel hacia los países europeos por haber apoyado la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que consolida los logros del Reino en la cuestión del Sáhara marroquí.