Informados del fallecimiento del conservador de una zauía ubicada no muy lejos de Marrakech, los agentes de la Gendarmería acudieron a su domicilio donde descubrieron su cadáver y cuatro cajas que contenían 3 millones de dírhams enterradas a una profundidad de 10 metros, cuenta el diario arabófono Al Akhbar.
Según revelan los agentes y las primeras investigaciones de la Policía científica, el cuerpo del difunto no presenta ninguna huella visible de violencia. Por orden de la fiscalía, sus restos mortales fueron transportados a la morgue donde se realizará una autopsia.