Marruecos: muy graves consecuencias sociales del cierre de los cafés y restaurantes

“Las medidas anunciadas por el gobierno no son suficientes”, afirma Sghir Bougrine, PDG del Consorcio Venezia. En suma, 600 personas trabajan para el grupo en sus 2 fábricas y cafés en todo Marruecos; 300 hasta 400 asalariados son empleados en sus concesiones comerciales. Para el conjunto de los profesionales del sector, son “insuficientes” las medidas anunciadas por las autoridades marroquíes como moratorio sobre los créditos y cargas sociales suspendidas para el turismo y el textil.

“Concordamos con esta decisión de clausura para el interés general con el fin de contrarrestar la propagación del virus. Sin embargo, debemos pensar también en los trabajadores y las empresas”, recalcó Mohamed Abdelfadi, vicepresidente de la Asociación nacional de dueños de cafés y restaurantes en Marruecos (ANPCRM), igualmente coordinador de una célula de crisis compuesta de 3 comisiones (comunicación, análisis/escucha y RP). A juzgar por él, “son graves las consecuencias sociales de tal medida”.

Los tratantes han perdido muchos contratos con la prohibición de fiestas de matrimonios y eventos de más de 50 personas. Son numerosos en comprometerse financieramente en grandes eventos, que fueron cancelados in extremis (como el SIAM, Marocotel…). Fuera de los tratantes, los oficios de camarero, cajero, barman, guardia de seguridad, limpiador, cochero…son también afectados. En Casablanca, se estima a 30 000 el número de cafés/restaurantes, con la mitad en el sector informal.

Frente a esta situación, los profesionales exhortan el gobierno a tomar medidas específicas, sobre todo el reescalonamiento de los plazos fiscales y bloqueo de los impuestos locales. En la espera de dichas acciones, la ANPCRM se compromete en acciones de solidaridad para asistir a los pobres.