Marruecos: la complicidad de bodas mixtas

En una entrevista concedida a la Map, el Presidente del Consejo local de los ulemas de la prefectura de Skhirat-Temara, Lahcen Ben Brahim Sguenfle, indicó que la boda entre una musulmana con un no musulmán y la de un musulmán con una no musulmana está prohibida, excepto si él o ella pertenecen a la gente del Libro. Según el sociólogo Ali Chaâbani, la diferencia entre las prácticas culturales hace que este tipo de boda sea conflictiva. Y “los niños son las primeras víctimas”.

Las disposiciones del artículo 39 están en contradicción flagrante con los principios de los derechos del hombre en el ese sentido de que restringen la voluntad y el libre arbitrio de las personas en materia de relaciones consentidas, del mismo modo que su elección en la vida, observa por su parte, el abogado Mustapha Naoui. Según sus explicaciones, el hecho es que el legislador del Código quiere asentar la base de la relación conyugal en un trasfondo religioso, y esto, sin tomar en consideración las mutaciones sociales y los cambios profundos en los valores así como la apertura y la modernidad que caracterizan, cada vez más la sociedad marroquí.

Para este experto en derechos humanos, imponer a una persona de cambiar de religión, renegar su religión o declararse musulmana- aunque no lo sea/y o no lo quiere ser- para poder casarse con una mujer marroquí, es absurdo.

Con esta clase de unión, se desprende otra problemática, se trata de la herencia. Mustapha Naoui afirma que la ley marroquí autoriza un marroquí a casarse con una mujer cristiana o judía por ejemplo. Pero esta mujer no tiene derecho a la herencia, por la simple razón de que el artículo 332 de mismo código de la familia dispone que “no hay herencia de bienes entre un musulmán y un no musulmán.