Portada del sitio > Marruecos > Coronavirus: un ‘‘castigo divino’’ según los salafistas marroquíes

Coronavirus: un ‘‘castigo divino’’ según los salafistas marroquíes

Lunes 16 de marzo de 2020, por Bladi.es

Para unos salafistas marroquíes, el coronavirus sería “un castigo divino”, rechazando así de un revés de mano, todas las demás tesis avanzadas para explicar la epidemia.

Mientras que algunos explican la epidemia recurriendo a la teoría del complot americano, los salafistas marroquíes la explican por la “voluntad divina”. Omar Haddouchi, una de las figuras del movimiento salafista en Marruecos, afirmó que “a pesar de sus progresos tecnológicos, la enfermedad afectó China propagándose de un país al otro,”. Agregó: “No quiero acusar Estados-Unidos o China por propagarla, ya que mata las personas ancianas, porque sólo son palabras para divertir la galería”, apoyando que el virus es “uno de los soldados de Alah”.

Irá más allá declarando en su cadena YouTube que “el coronavirus es el resultante de un pecado y no puede ser erradicado sino por el arrepentimiento”. “Es un mensaje de Dios a estos hombres porque no creen en Él”, afirmó al recalcar que “el virus ha probado las potencias mundiales a pesar de su desarrollo tecnológico”. Por su parte, el salafista Hassan Kettani califica como “espantosa” la suspensión de la Umrah por las autoridades saudíes.

Sin embargo, contra estas declaraciones a carácter religioso de los salafistas, unos oponen la razón. Es el caso de Mohcen Benzakour, investigador en psicología social, quien declaró a Hespress que “la interpretación religiosa de esta cuestión ni está justificada absolutamente, porque incluso la fe islámica obliga el hombre a buscar las causas de tales fenómenos naturales mediante el poder racional”.

Recalcó también que algunas personas aprovechan la situación para “fomentar discursos religiosos erróneos centrados en la exageración”. Estima que “el peligro de estas interpretaciones es alientar la resignación, provocando pánico en las gentes”. Exhorta la población a desviarse de estos discursos fatalistas, y limitarse solamente a la explicación medica según la cual el virus animal se transmite ahora entre hombres”.