Haidar, un menor de 9 años, cayó en un pozo de 25 metros en Shokak, un pueblo árido en la provincia de Zaboul, a unos 400 kilómetros al suroeste de Kabul, la capital afgana. Los socorristas trabajaron todos los días para intentar rescatarle. Pero una roca les impidió el acceso final al pozo, anunciaron los responsables.
El viernes, los servicios de rescate consiguieron rescatarle finalmente. Pero Haider no sobrevivió mucho después de su extracción por un problema respiratorio.
En un mensaje publicado en su página Twitter y difundido por varios medios, Anas Haqqani, concejal principal del ministerio del Interior talibán, escribió: “Con gran tristeza, el joven Haidar se separó para siempre de nosotros”.
El gobierno talibán ha deplorado una inmensa tragedia parecida a la de Rayan, el chico marroquí que también falleció el 5 de febrero pasado tras caer en un pozo en Chefchauen.