Sahara marroquí: Jeune Arique apoya a Marruecos y ridiculiza el Polisario

"Acusar a Marruecos de haber roto el alto el fuego, mientras que el reino estaba sufriendo ataques por parte de los independentistas saharauis desde su implantación ilícita en El Guergarat, es confundir el bombero con el pirómano", ha escrito Francois Soudan. El periodista recuerda los últimos acontecimientos que se produjeron en la zona de amortiguación de El Guergarat. Brahim Ghali, 74 años, "presidente de la República y comandante supremo de las fuerzas armadas" del Frente Polisario declaraba el estado de guerra, el pasado 13 de noviembre, y la "reanudación de las hostilidades" después de que las Fuerzas armadas reales restablecieron el orden abriendo el tráfico de bienes y personas en El Guergarat.

"Aunque anuncian movilizar ’miles de voluntarios’ para un ataque considerado como ’fulminante’, todos saben que los independentistas saharauis, equipados con el mismo armamento desde los años 1980 y que requiere una renovación total de su protector argelino, solo se limitan a unas estrategias mínimas del hit and run: acercarse a distancia del muro de defensa del ejército marroquí, lanzar cohetes y huir rápidamente para esconderse contra los disparos de respuestas", ironiza el periodista.

En octubre, el Polisario cerró el tráfico de bienes y personas en la zona de amortiguación de El Guergarat. "Según Brahim Ghali y su banda, instalarse en El Guergarat entre los pasos fronterizos marroquí y mauritano, era a la vez generar ingresos y crear un derivativo ’patriótico’ que pueda removilizar una población agotada", indica. Pero esta presencia en El Guergarat no duró. Por instrucción del rey Mohamed VI, las Fuerzas armadas reales intervinieron para asegurar el flujo de bienes y personas. Por otra parte, se levantó un muro en esta zona. Gracias a esta operación, unos doscientos camioneros atrapados pudieron retomar la ruta.

Según el editorialista, ninguna resolución definitiva será posible siempre que no se excluya la ficción de un Polisario autónomo y no reconozca Argelia su intromisión en el conflicto.