Vacunación anticovid en Marruecos: "por una vez, no tenemos nada que envidiar a los occidentales"

"Por una vez, no tenemos nada que envidiar a los occidentales", dice Fouzia, una ingeniera de 61 años, que acababa de recibir su primera dosis de vacuna contra la Covid-19 en el complejo deportivo Bourgogne de Casablanca, transformado en centro de vacunación. Se está vacunando a los trabajadores sanitarios mayores de 40 años, a las autoridades, a los profesores mayores de 45 años, a los mayores de 75 años y a los mayores de 60 años. "Todo está informatizado. Solo hay que facilitar su número de identificación y las citas se envían por SMS. Nos ocupamos de comprobar el estado de salud de las personas y las inyectamos", explicó a Le Monde la doctora Amina Aniba, supervisora del centro de vacunación del distrito de Bourgogne.

Hasta la fecha, el número de personas que han recibido al menos una primera dosis asciende a más de 4 millones de personas de un total de 36 millones de habitantes, el equivalente al 11% de la población. 854 000 han recibido la segunda inyección. El éxito de su campaña de vacunación le ha valido la felicitación de la OMS. "Marruecos se encuentra entre los 10 primeros países que han completado con éxito el reto de la vacunación de la Covid-19", escribió la OMS en Twitter el 3 de marzo. También es el país que más ha vacunado hasta ahora en África.

La lucha contra las fake news, el lanzamiento de la campaña de sensibilización "Me protejo, protejo a mi país" y la perspectiva de salir de la depresión económica provocada por la crisis sanitaria han animado a los marroquíes a vacunarse. La desconfianza inicial ha sido sustituida por la confianza. "Ya no tenemos un problema de desconfianza. Al contrario, las cosas están avanzando muy rápidamente", dice Amina.

Hasta el 11 de marzo, Marruecos recibió 8,5 millones de dosis: 7 millones de la vacuna británica AstraZeneca y solo 1,5 millones de la vacuna china Sinopharm, en lugar de los 10 millones previstos inicialmente. Los retrasos en la entrega de vacunas podrían tener un impacto negativo en la campaña de vacunación. En vista a ello, las autoridades marroquíes han recurrido a proveedores rusos y estadounidenses. El reino ya ha autorizado el uso de las vacunas rusas y estadounidenses, respectivamente Sputnik V y Johnson & Johnson.