Marruecos: sigue el pulso entre responsables de institutos franceses y padres de alumnos

“Perdí mi trabajo; ya no tengo salario. Mi marido, quien acaba de crear su PME, está al borde de la quiebra. No podemos pagar los 51 000 dírhams (4 700 euros) de gastos de escolaridad del tercer trimestre para nuestros tres hijos", confía al diario Le Monde, Kenza, una madre de 42 años quien reside en Casablanca. Al igual que ella, numerosos padres de alumnos han pedido muchas veces desde el 20 de mayo, fecha de entrada en vigor del estado de emergencia sanitaria y del confinamiento, una reducción de los gastos de escolaridad del tercer trimestre, que varía de un establecimiento a otro.

Por otra parte, dichos gastos conocieron un aumento para las familias que tuvieron que mantener la enseñanza en casa. "La escuela a distancia representa un enorme gasto. Tuvimos que comprar ordenadores con una impresora, instalar la fibra óptica para paliar los problemas de conexión", explica Kenza. “Y entonces, aunque hayan realizado esfuerzos, la continuidad pedagógica resulta insuficiente".

"Han construido todo su desarrollo sobre los gastos de escolaridad que pagan los Marroquíes. ¡Y ahora, amenazan con echar a nuestros niños en la calle si no pagamos!", fustiga Mounir Lazrak, padre de dos niños matriculados en el liceo francés Louis-Massignon en Casablanca, y también miembro del Colectivo de parientes independientes de los establecimientos de la Oficina escolar y universitaria internacional (OSUI), creada a comienzos del confinamiento.

Frente al impacto de la crisis sanitaria, "Hemos acordado un plazo de casi dos meses a las familias para pagar el tercer trimestre”, declara Catherine Bellus, coordinadora de OSUI en Marruecos. "Hemos implementado también un dispositivo de asistencia financiera en favor de las familias más fragilizadas. Pero, por razones del respeto de la privacidad, hemos preferido callar este tema". Unas medidas lejos de dar satisfacción a los padres de alumnos.