Marruecos: las obligaciones del confinamiento

Obligados al confinamiento, los hechos y gestos inhabituales se vuelven en una cruz por llevar. Acostumbrados a escuchar la lectura del Corán en sus lugares de trabajo sin molestias, algunos ciudadanos están ahora obligados a reducir el volumen de sus transistores para el placer de un vecino muy caprichoso o albergando un enfermo en su domicilio.

Los rebeldes al llamamiento de los vecinos reciben visitas de las autoridades para disuadirles. Según Hespress.com, una Jefa (agente de autoridad) en el Oriental, cerca de Uchda, estaba obligada a intervenir ante un anciano para que disminuyera el volumen de su radio durante la lectura del Corán para no molestar a sus vecinos.

Unos internautas publican esta información pensando que se trata de una violación de los preceptos religiosos por parte la Caída, mientras que otros estiman que es la aplicación de la ley.

Para el universitario Amazigh, Ahmed Assid, los Marroquíes tienen una deficiencia en el ámbito jurídico, considerando muchos abusos como legítimos mientras que todas las cuestiones son enmarcadas por la ley, incluso la invitación a la oración de que el ministerio de Asuntos islámicos había publicado una nota para reglamentar el nivel del sonido.