Este informe, basado en un enfoque participativo, aborda la evolución de los indicadores de desarrollo humano entre 2012 y 2020 en el Reino, y arroja luz sobre la cuestión de la precariedad social y el impacto de la pandemia en el desarrollo humano.
También propone un diagnóstico en profundidad de la situación de la juventud marroquí en los planos económico, social y político, así como una reflexión prospectiva sobre la adaptación de las políticas públicas para responder a sus expectativas y aspiraciones, de acuerdo con las orientaciones del Nuevo Modelo de Desarrollo.
En su informe, el ONDH considera a los jóvenes como “un potencial a movilizar para alcanzar el desarrollo humano", subrayando que los jóvenes de entre 15 y 29 años constituyen una parte importante de la población (25,3% en 2019, es decir, aproximadamente 8,9 millones de personas).
Según el ONDH, esto constituye una "bonanza" demográfica sin precedentes para Marruecos y tiene un importante impacto a nivel macro y microeconómico, "siempre que nuestra economía ofrezca los puestos de trabajo necesarios a estos jóvenes, un camino que los países asiáticos han emprendido con éxito desde los años 70".