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Marruecos: es necesario revisar las políticas públicas en materia de salud
Miércoles 30 de septiembre de 2020, por
Los resultados registrados por el Reino en materia de salud no están a la altura de las expectativas. Los sectores sociales en general y el sector de la salud en particular necesitan más coherencia, en términos de gestión de políticas públicas.
El Coloquio organizado por la Tesorería General del Reino, en colaboración con la Asociación Internacional de Finanzas Públicas (FONDAFIP), el pasado sábado 26 de septiembre, tiene como tema: ¿Qué derecho tiene la salud en Marruecos y Francia? Financiación de la salud, territorios e Inteligencia Artificial.”
Según Nouredine Bensouda, Tesorero general del Reino, Marruecos asignó en virtud de la ley de Finanzas 2020, cerca de 22,7 mil millones de DH de créditos al sector de la salud, de los cuales 18,7 mil millones de DH de créditos de pago, o sea cerca de 6,2% de los gastos del presupuesto general del Estado para el año 2020. Está muy lejos de la taza recomendada por la Organización Mundial de Sanidad, entre 10 y 12 %.
“Los gastos totales de salud en relación con el PIB oscilan generalmente entre 5 y 6 %. Se considera esta tasa demasiada baja, deplora el Tesorero general del Reino. Cabe añadir que los pagos directos de los hogares representan un 50%, contra menos de 10% para Francia y cerca de 35% para Grecia, por ejemplo.
La tasa de cobertura de la población en Marruecos, todos los regímenes combinados, es alrededor de 68% y el mecanismo de elegibilidad al Régimen de asistencia médica a las personas económicamente necesitadas (RAMED, en su sigla francesa) no es del todo feliz.
Es tan importante que el rey Mohamed VI lo abordó en su discurso a la nación, el 29 de julio de 2020, con ocasión del día del Trono, al dar sus altas directivas para que se lanzara el proceso de generalización de la cobertura social a favor de todos los marroquíes en un plazo de 5 años a partir de enero de 2021.
Las colectividades territoriales tendrán que trabajar duro para asegurar una movilización efectiva de los recursos fiscales, con el fin de contribuir a la política de salud a niveles regional y local.
También, es necesario revisar toda la fiscalidad medioambiental para ponerla al servicio de la salud, con acciones y decisiones fuertes para luchar contra la contaminación, el consumo de tabacos y alcohol que tienen graves consecuencias sobre la salud de la población. Esto reducirá inicialmente los gastos sanitarios.