Los habitantes de Fnideq de nuevo en la calle

Antes del cierre de las fronteras con los enclaves de Ceuta y Melilla, el contrabando fluía para las poblaciones fronterizas. Sin actividad desde casi 11 meses, los habitantes de esta ciudad, en particular las mujeres porteadoras gritaron eslóganes para una mejora de las condiciones sociales y económicas ante la sede del ayuntamiento de esta pequeña localidad del Norte.

Estas mujeres reclaman alternativas para el contrabando que les servía para ayudar a las familias desde hace decenios. Según varios testigos, la Diwana (aduana, en referencia al puesto fronterizo) surgió por no tener algo mejor desde decenios. Para una habitante de la localidad, solo quieren fábricas e inversiones que les puedan permitir trabajar y vivir en dignidad. Para otro, varios centenares de comercios cerraron mientras que otros registraron una caída de su clientela (cafés, restaurantes…), debido al cierre del puesto fronterizo de Ceuta.

En cuanto a los conductores de taxis, se quejan por la contracción seria de su actividad. Viernes 26 de febrero, la Agencia nacional de Promoción de Empleo y Competencias (ANAPEC) afirmó conceder contratos de trabajo a casi 700 mujeres porteadoras con adelantos de sueldo para apoyar a sus familias, que pasaron privacidades durante meses.