Marruecos decidió desplegar en las inmediaciones de Ceuta y Melilla, un destacamento más importante de agentes de la Gendarmería real, Seguridad nacional y Fuerzas armadas reales. Esta decisión se inscribe en el marco del refuerzo de la seguridad en la frontera con las ciudades autónomas, después del asalto de migrantes subsaharianos en Nador y que se saldó con varios muertos y heridos graves.
La entrada masiva de inmigrantes marroquíes en Ceuta y Melilla hace meses aún no fue tan violenta como lo ocurrido el pasado 24 de junio, con los inmigrantes subsaharianos. Intentaron forzar la valla metálica a nivel de Nador, provocando violencias, estampidas, caídas y la muerte de 23 migrantes. Un agente y 18 asaltantes siguen bajo vigilancia médica. También, 170 policías y 76 migrantes han resultado heridos durante el asalto, informa el diario Al Ahdath Al Maghribia.
Ante esas violencias implacables por parte de los inmigrantes clandestinos, y para impedir tales actos en el futuro, Marruecos decidió mandar un contingente blindado compuesto por agentes de la Gendarmería real, Seguridad nacional, Fuerzas auxiliares y Fuerzas armadas reales (FAR) en las cercanías de Ceuta y Melilla.
El diario Al Ahdath Al Maghribia precisa que se han reforzado los pasos fronterizos por donde transitan los candidatos a la inmigración irregular para entrar en Marruecos.