Durante esa época, el consejero comunal de Anderlecht se negó a dialogar y a mirar a la periodista Emmanuelle Praet porque era una mujer. Redouane Ahrouch recurrió a la libertad de expresión, de pensamiento y de religión para justificar su acto, recuerda Le Soir.
Perseguido por la justicia, el político fue condenado, en primera instancia y en apelación a cuatro meses de cárcel condicional en cumplimiento de la ley sobre el sexismo. También, debería pagar una multa de 1.000 € a Emmanuelle Praet y 1 € simbólico al Instituto por la Igualdad entre hombres y mujeres. Insatisfecho, ha presentado un recurso ante el Tribunal Supremo.
Se dictó el veredicto este lunes y el Tribunal de Casación ha confirmado la decisión del Tribunal de apelación, explicando que la sentencia se justifica por “la intención de menospreciar a una persona o considerarla inferior puede dar lugar a una violación de la dignidad de la misma”, subraya el diario.