Ventajas fiscales: los arquitectos realizan un buen acuerdo con la dirección general de los impuestos

Según L’Économiste, los términos de este acuerdo prevén grandes ventajas fiscales. “Montos muy por debajo de los que se debería pagar”, asegura el diario que aclara que “el mínimo que pagar varía entre 5 000 dírhams (2016 a 2018) para una cifra de ingresos inferior a 360 000 dírhams y 120 000 dírhams al año, más allá de 10 millones de dírhams.

Como recuerdo, esta observación sobre el IR (ingresos profesionales y salariales) toma en cuenta el IS y la TVA de 2016 a 2018. Abarca también las entidades sujetas al IS para los ejercicios ya cerrados entre 2016 y 2018. Los arquitectos a los que se refieren estas medidas son los que trabajan como personas físicas o en el marco de una empresa. L’Économiste apunta que los arquitectos que son objeto del procedimiento de la declaración rectificativa, prevista en el artículo 221 bis-III del CGI, son admisibles a la regularización espontánea.

Por lo que se trata de la TVA, « la regularización consistirá en aportar la diferencia entre la TVA que pagar y la ya pagada. Este monto no tiene que ser inferior a 0,5% de la cifra de ingresos”. Ya que la regularización espontánea se traduce por el pago de un complemento de IR, IS o TVA el 31 de diciembre de 2018, todo déficit o crédito de TVA tiene que ser resuelto. El impacto en el ejercicio de 2019 tiene que ser también corregido, indica el medio de comunicación.

Además, el hecho de que se suscriba a la declaración rectificativa, no excluye la posibilidad de optar por las otras vías de regularización previstas por la ley finanzas.